Las ayudas a la I+D+i e inversiones industriales son las que cuentan actualmente con el mayor respaldo institucional y las condiciones más ventajosas.
Existen apoyos tanto provinciales como nacionales y su objeto es que el riesgo que supone emprender un proyecto de I+D (Investigación y Desarrollo) o i (Innovación Tecnológica), siempre de éxito incierto, pueda verse amortiguado a través de canales ventajosos de financiación privilegiada.
En muchas ocasiones suele ocurrir que la propia empresa desconoce que ha realizado o va a realizar actividades que encajan en los conceptos de I+D+i y, por tanto, no recurre o no aprovecha suficientemente estos incentivos, que básicamente se pueden agrupar en tres categorías:
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- Subvenciones o ayudas no reembolsables
- Préstamos de interés reducido
- Deducciones Fiscales (ahorro de impuestos) aplicables sobre el Impuesto de Sociedades.
Además, las tres líneas pueden compatibilizarse para un mismo proyecto, dando lugar a lo que se conoce como la SBE o subvención bruta equivalente.
“La mayoría de los proyectos que desarrollamos y gestionamos son susceptibles de apoyo financiero.”